Bueno, ayer fue un desastre, como todos los días de verano...
Por el día, seguí lo que me había propuesto, aunque tengo que reconocer que no era comer bien, y a la noche me pasé.
Hoy intentaré hacerlo mejor.
Desayuno
Café con leche desnatada.
2 Donuts.
Comida
Bocadillo de Vuelta-Vuelta con Calabacín rebozado y Queso light.
1 Botellín de Agua.
Cena
Ensalada de Lechuga, tomate, cebolla en especia, aceitunas y txaka.
Tortilla Francesa con pan integral.
1 Yogur desnatado.
Ahora ya mi objetivo no son los 55 Kg a los que quería llegar hace unos años...
han sucedido varias cosas a lo largo de ese tiempo que me han hecho reflexionar.
Primero, después de enterarme de lo de mi enfermedad, lo que me interesa es comer de una forma sana para no solo llegar a un peso saludable (entre los 60 y 70 kg, aunque mi objetivo ahora son los 72 Kg) sino porque comiendo de esa forma mejoran los síntomas.
A parte, tengo que concienciarme de que va a ser un proceso largo y que tendré que tomármelo como una rutina (de por vida) porque, aunque las dietas rápidas hacen que parezca que has bajado un montón en poco tiempo y sean más motivadoras, a largo plazo me fastidian más el cuerpo y no me sirven de nada, porque cuando empiezas a comer normal el efecto rebote es debastador.
Además, por la medicación y por la misma enfermedad me siento todo el día hinchada, así que si hiciera dieta me sentiría frustrada todo el día porque tendría la sensación de sacrificio sin tener nada a cambio.
Por tanto:
- Adquirir la costumbre de comer de forma sana.
- No dietas.
- Peso saludable: 60-70 Kg.
Eso es lo que pretendo hacer.
Y, obviamente, no es fácil, ya que aunque para cualquier persona se trata de algo sencillo ("simplemente ponte a ello y ya está") para mi no lo es, porque en algún momento de mi vida empecé a relacionar la comida "basura", los dulces y los aperitivos con evadirme de los problemas y con la sensación de recompensa (vamos, que soy adicta a ello) y, tengo que desengancharme.
Así que así están las cosas.
Ya os iré contando.
¡Besos!